¡Para los amantes de la astronomía este será el Glamping perfecto! Este pequeño complejo fue construido hace una década en el corazón del Valle del Elqui, epicentro de la observación astronómica internacional.
Se trata de un valle estrecho que se
extiende entre las montañas de Los Andes y que es famoso por sus cielos claros y despejados y por su clima agradable, así como por su excelente potencial para la viticultura y la astronomía.
Elqui Domos se ubica a 110 kilómetros del centro de la ciudad de la Serena y a 580 de
Santiago, en el kilómetro 3,5 del camino público entre los pueblos de Pisco Elqui y Horcón, que está totalmente pavimentado. Pisco Elqui es un encantador pueblo pegado a las faldas del cerro, localizado a aproximadamente 1.280 metros sobre el
nivel del mar.
El pueblito de Horcón se encuentra a 9 kilómetros de Pisco Elqui y cuenta con una interesante feria de artesanos.
Entremezclado con los colores y geografía de las laderas de la cordillera, en este complejo hay siete domos geodésicos para el hospedaje, ubicados sobre plataformas de madera: son estructuras de metal, cubiertas por una carpa de PVC, con aire
acondicionado y calefacción.
Tienen por fuera una terraza y por dentro, en la primera planta, living y baño completo. En la segunda planta se encuentra la cama matrimonial,
sobre la cual se puede descubrir el techo para contemplar el cielo del Elqui, el cual carece de nubes al menos 300 noches al año.
Los visitantes coinciden en que este lugar posee una gran fuente de energía, donde se mezcla el misticismo de la astronomía con el descanso reparador.
Una perfecta recreación de la experiencia de recostarse para ver las estrellas.
El complejo cuenta además con un observatorio propio para los huéspedes.
La propuesta incluye breve charla de astronomía básica apoyada por software especializado y observación guiada a través de un telescopio electrónico de última generación.
Los visitantes coinciden en que este lugar posee una gran fuente de energía, donde se mezcla el misticismo de la astronomía con el descanso reparador.
“Esta idea nació en 2005 porque el dueño es aficionado a la astronomía y quería hacer un proyecto diferente a las cabañas tradicionales. Por ese motivo proyectó levantar estos domos blancos, los que tienen un pentágono en el techo que se abre
para que las personas puedan ver el cielo desde su cama. Además, y por un tema de tranquilidad, no tenemos radios ni televisores e internet sólo hay en las áreas comunes”, comentó en una entrevista la administradora del lugar, Lermy Rojas.
Cuando sale el sol, los visitantes pueden disfrutar de sesiones de reiki, masajes, meditación, tarot, trekking o cabalgatas.
El valle es también un centro de producción
de pisco, por lo que es un buen plan recorrer extensos campos de vides, hacer degustaciones y comprar los mejores brebajes de la zona.