Vila de Alter Pousada Boutique, Santarém, Pará

La primera posada boutique en Pará nació inspirada en la forma de vida pacífica en un pueblo a orillas del río Tapajós. Inaugurado en noviembre de 2016, Vila de Alter cuenta con seis bungalows construidos con madera reforestada, una hamaca en el porche y un toque distintivo en la decoración que mezcla elementos contemporáneos y referencias a la arquitectura de ribera.

Si buscas experiencias inolvidables, Alter do Chão es el destino indicado. Durante todo el año es posible disfrutar de itinerarios ecológicos y turismo de aventura, actividades recreativas y de pesca artesanal e inmersión en comunidades ribereñas.

En 2019, Vila de Alter ganó el premio Trip Travelers Choice Award como una de las 25 mejores posadas de Brasil. Un reconocimiento a la dedicación de su equipo de colaboradores, conformado por vecinos de la región.

Temprano en la mañana, el olor a pan, pasteles, galletas, mermeladas, y tapioca impregna el almacén-cocina donde las hadas-cocineras preparan delicias. El cariño de Vila de Alter no acaba ahí, el desayuno se sirve en la terraza de los bungalows a partir de las 8 de la mañana, cuando aparecen pájaros y monos para deleitar a los huéspedes. Aquí no hay prisa, hasta el mediodía el personal puede atender a los durmientes.

Después de los recorridos, los visitantes son recibidos con una amplia sonrisa y una merienda, regada con té helado, café, galletas, dulces y palomitas de maíz. Por la noche, para quienes prefieran descansar, la posada ofrece minisándwiches gratuitos elaborados con ingredientes locales. Pero, si quieres ir al centro del pueblo, no te arrepentirás, ya que Alter do Chão es conocido por su rica gastronomía, con restaurantes contemporáneos y también tradicionales, con comida casera y callejera.

Mientras caminas por la posada, descubres espacios abiertos para descansar y conectarte con la naturaleza. Al igual que los alojamientos, las áreas de estar llevan nombres de especies de la flora amazónica. La recepción se llama Samaúma, en honor a los árboles gigantes de la Amazonía que tienen frondosas copas y raíces que la gente de la selva utiliza para comunicarse.

El bar-cafetería Camu-camu es el lugar ideal para disfrutar de la merienda. Allí, los huéspedes también pueden pedir deliciosas mermeladas y pan casero elaborado en la propia posada.

Para los que disfrutan de una buena charla, haciendo nuevos amigos, el punto de encuentro es el espacio Curuá. Cerca está Seiva, la Lojinha da Vila, donde se exhiben objetos decorativos, útiles y accesorios creados por indígenas, artesanos locales y artistas asociados. Las piezas están a la venta y pueden convertirse en un pequeño regalo especial para familiares y amigos.

Día a día, no se cansan de buscar nuevas alternativas para proteger la naturaleza, compartiendo su pequeña huella ecológica con los huéspedes.

Cuando piensas en yoga, meditación o incluso en una buena lectura, el refugio es el espacio Uxi. Junto a él, se encuentra el jacuzzi Amazonas, un pequeño barco regional con agua para relajarse y contemplar la naturaleza. Todos los espacios cuentan con wifi gratuito.

La idea es ofrecer una auténtica experiencia en armonía con la naturaleza. Por eso, cada acto está comprometido con el medio ambiente.

Desde el inicio de la creación de la posada, dedicaron días y horas a cuidar la fauna y flora de la región. En su tierra se suprimieron pocos árboles para la construcción de espacios, y a lo largo de los años, han plantado nuevas especies y han sido testigos de la creciente aparición de animales salvajes.

Una de las grandes ventajas de su comarca es que se puede visitar en cualquier época del año. Básicamente, hay una sola estación en la Amazonía, el verano, con un período con lluvia y otro sin lluvia. Aunque cada uno tiene características diferentes, no hay nada que impida o dificulte tu viaje.

Además, es un lugar en el que surgen nuevas actividades, como los viajes en pequeñas canoas por los bosques sumergidos. También es el lugar en que los animales están más activos y felices. Por lo tanto, la posibilidad de que los observes se vuelve aún mayor.

En febrero, el río comienza a llenarse y dura hasta finales de junio, cuando se forman los igapós, tramos de tierra inundada. Esta es una gran oportunidad para recorrer el Canal do Jari, un brazo angosto del río Amazonas. Muchos de los igarapés e igapós están cubiertos por nenúfares gigantes que bien podrían albergar a un ser humano adulto.

Las playas están más restringidas a las orillas del río, pero aún es posible disfrutarlas, y la estación seca, de julio a enero, es más famosa por descubrir los bancos de arena blanca en el cauce del río.

No importa la temporada que elijas, definitivamente te llevarás una buena sorpresa, ¡especialmente en Vila de Alter!