Villa La Angostura es, sin dudas, una de las localidades más bonitas de la Patagonia. Enclavada en el sector norte del Parque Nacional Nahuel Huapi, debe su nombre a la estrecha franja que une, a través del cauce del agua, dos áreas de tierra. Visitada por viajeros tanto locales como extranjeros, junto a otras ciudades cercanas (como Bariloche y San Martín de los Andes) conforman un corredor turístico irresistible.
La Villa se encuentra rodeada de lagos, bosques y montañas. Sobran motivos para amarla: su naturaleza, sin dudas, es una de las mayores virtudes. En el pueblo neuquino no existe un trazado urbano definido; perderse y descubrir lugares nuevos es parte del viaje. Su ubicación, en medio del Camino de los Siete Lagos, también se lleva todos los halagos.
Los fanáticos del trekking tienen lo suyo: La Angostura es el punto de partida de circuitos de distintas dificultades. El Cerro Bayo, cubierto de nieve durante los meses de frío, se convierte en uno de los centros de ski más importantes de la zona. El Cerro Belvedere regala las mejores vistas panorámicas a los lagos Nahuel Huapi y Correntoso. Una vez llegada a la base es posible premiarse con deliciosas tortas fritas.
“En el pueblo neuquino no existe un trazado urbano definido; perderse y descubrir lugares nuevos es parte del viaje”.
El centro regala su encanto, con puestos de artesanos, paseos de compras al aire libre, bares, wafflerias y cervecerías artesanales. Las casas de té invitan a disfrutar de una taza de chocolate caliente, panqueques con frutos rojos (ya que allí crecen por todos lados, y es posible recoger frambuesas durante alguna caminata) y tortas caseras. Otro imperdible: el helado de moras.
Puerto Manzano es una de las zonas más lindas. Desde el muelle salen embarcaciones que recorren el Lago; una de las mejores experiencias para fabricar recuerdos que perduren. Llegar al Bosque de Arrayanes, a pie o en bicicleta, y recorrer los lagos Machónico, Falkner, Villarino, Escondido, Correntoso y Espejo, algunas otras opciones. La lista, por suerte, es interminable. Hay que ir. Hay que volver.
