Considerada la Capital Provincial del Turismo de Entre Ríos, a Colón le sobran atributos naturales y culturales: río, parques, aguas termales, ferias populares y puntos de interés histórico integran el largo listado. La localidad conquista con sus playas recostadas sobre el río Uruguay y a sus alrededores es posible encontrar servicios de hotelería y camping. Además, en el último tiempo la ciudad experimenta el auge del turismo alternativo con opciones de safaris náuticos y terrestres.
La estación que mejor le sienta es el verano; ideal para aprovechar los 14 kilómetros de playa. En el lugar se pueden dar paseos en lancha, nadar, practicar actividades acuáticas y pesca. Su fauna incluye dorados, surubíes y bogas. A su vez, durante la temporada alta se celebra la popular Fiesta Nacional de Artesanías, que se remonta a 1960. A las exposiciones de productos hechos a mano se le suman espectáculos folclóricos y competencias deportivas.
Famosa también por sus aguas con efectos terapéuticos, el turismo termal atrae a visitantes de diversas edades durante todo el año. El Complejo de Colón cuenta con 10 piscinas, cuatro de ellas techadas, con temperaturas que alcanzan los 36 grados. Su mayor atractivo es la balneoterapia; baños que ayudan a relajarse gracias a los efectos altamente positivos para el organismo. La vecina San José y Villa Elisa también cuentan con sus propios centros.
“Famosa también por sus aguas con efectos terapéuticos, el turismo termal atrae a visitantes de diversas edades durante todo el año”.
Al estar ubicada en una zona de producción agropecuaria, la ciudad muestra lo mejor de su costado rural ofreciendo paseos a caballo y recorridos por algunos establecimientos y granjas. Para quienes gustan de las huellas del pasado la mejor opción es el Palacio de San José, la espectacular residencia del político argentino Justo José de Urquiza, hoy convertida en centro de exposición, y el Museo Provincial Molino Forclaz, que rememora la historia de una familia colona.
Y por si todo esto fuera poco, y si el tiempo alcanza, se puede visitar una de las postales típicas, la zona del puerto; la más antigua de la ciudad. O el banco de las ánimas; un arenal donde reina el silencio, considerado mágico por los pueblos originarios. O la Avenida Costanera, cuyos balcones invitan a disfrutar de unos mates y su belleza singular permite obtener la mejor panorámica de Colón. ¡Queda estrictamente prohibido aburrirse!
