La Patagonia argentina es uno de esos lugares que parecen diseñados para dejar sin aliento a quienes la visitan. Lagos de aguas cristalinas, montañas que rozan el cielo, bosques eternos y cielos despejados se combinan en un escenario que parece irreal. En medio de este paisaje majestuoso, los glampings se han convertido en una alternativa ideal para vivir la región de una manera distinta: con el confort de un alojamiento boutique, pero sin perder la conexión con la naturaleza.
La experiencia de glamping en la Patagonia
Viajar a la Patagonia ya es una experiencia transformadora, pero hacerlo en un glamping lleva la vivencia a otro nivel. Despertar en un domo con vista a los picos nevados, desayunar al borde de un lago o terminar el día con una copa de vino frente a una fogata privada son detalles que hacen única la estadía.
A diferencia de un hotel convencional, donde el paisaje suele quedar enmarcado en una ventana, en un glamping el entorno se convierte en parte de la vida cotidiana. La arquitectura y la disposición de los espacios están pensadas para que el viajero se sienta integrado con el ambiente y pueda disfrutarlo sin intermediarios.



Lugares icónicos donde vivir esta experiencia
La Patagonia es extensa y diversa, lo que permite encontrar glampings en escenarios muy distintos entre sí.
- En Bariloche, algunos se ubican a orillas de lagos como el Nahuel Huapi o el Gutiérrez, ofreciendo vistas panorámicas y actividades acuáticas.
- En El Chaltén, capital nacional del trekking, los glampings permiten descansar frente al imponente Fitz Roy después de largas caminatas por senderos de montaña.
- En El Calafate, existen propuestas de glamping que combinan la estadía con excursiones al glaciar Perito Moreno.
- En Lago Puelo, un rincón más tranquilo y menos concurrido, los visitantes pueden disfrutar de domos y cabañas con un ambiente íntimo, rodeados de bosques patagónicos.



Actividades para complementar la estadía
La Patagonia invita al movimiento. Desde un glamping, las opciones de actividades son casi infinitas: caminatas entre bosques, paseos en kayak por lagos cristalinos, cabalgatas por valles escondidos o salidas de pesca en ríos caudalosos. Para los más aventureros, no faltan propuestas de rafting o escalada, mientras que quienes buscan tranquilidad pueden optar por tardes de lectura frente al fuego o sesiones de meditación con vistas abiertas a las montañas. Dos actividades imperdibles son:
- El trekking en El Chaltén, con senderos que conducen a miradores espectaculares.
- Las excursiones en barco por los lagos y glaciares, que muestran la inmensidad del hielo desde una perspectiva única.
Consejos para organizar un viaje de glamping en la Patagonia
Aunque la propuesta suene idílica, la Patagonia exige preparación. El clima es cambiante y en un mismo día se pueden experimentar sol, viento y nieve. Por eso es fundamental llevar ropa adecuada para superposición de capas, calzado cómodo e impermeable y protector solar.
También conviene planificar con anticipación, ya que muchos glampings cuentan con pocas unidades y gran demanda, especialmente en temporada alta. Reservar con tiempo asegura no solo disponibilidad, sino también mejores tarifas.



Preguntas frecuentes
¿Los glampings en la Patagonia están abiertos todo el año?
Depende del destino. Algunos funcionan solo en primavera y verano, mientras que otros, preparados para el frío, reciben visitantes también en invierno.
¿Son aptos para familias con niños?
Sí. Muchos cuentan con actividades adaptadas a distintas edades y ofrecen espacios seguros para disfrutar en grupo.
¿Cómo se llega a estos glampings?
La mayoría se encuentra a poca distancia de centros turísticos importantes como Bariloche o El Calafate, y ofrecen traslados desde aeropuertos o terminales.
El Glamping en la Patagonia argentina es una manera de vivir el sur desde una perspectiva única. No se trata solo de visitar lagos y montañas, sino de integrarlos a la experiencia diaria: dormir con vistas a glaciares, comer rodeado de bosques y descansar bajo un cielo estrellado sin contaminación lumínica.
En un mundo donde el lujo suele asociarse a lo material, la Patagonia recuerda que el verdadero lujo está en la naturaleza. Y los glampings son la mejor puerta de entrada para disfrutarlo con todo el confort necesario.