Mendoza, tierra del sol y del buen vino. ¿Quién puede dudar de esta marca registrada que resume el invaluable patrimonio intangible de la Provincia? Dicen que para muestra “basta un botón”, y ese es el caso de Luján de Cuyo: una ciudad con gran variedad de oferta turística para quienes gustan de la vida al aire libre, de las montañas, las aguas termales y por supuesto, de la visita a bodegas.
En la tierra del malbec se pueden recorrer los viñedos en bicicleta, con la Cordillera de los Andes como telón de fondo. Éstos se dividen en zonas, y dentro de los principales figuran el Valle de Uco, Maipú y Luján de Cuyo. Febrero, marzo y abril son los meses fuertes de las regiones productoras, ya que es la época de vendimia: allí se pueden ver los establecimientos en pleno funcionamiento.
La oferta turística en torno al vino es infinita: la localidad alberga a algunas de las bodegas más importantes. Dentro de las paradas obligatorias se encuentran Norton, con su bar de vista panorámica; Terrazas de Los Andes, que ofrece uno de los tours más completos; la champañera de Dante Robino, con sus maravillosas cavas y la mítica Achával Ferrer, sobre el Río Mendoza.
“En la tierra del malbec se pueden recorrer los viñedos en bicicleta, con la Cordillera de los Andes como telón de fondo”.
Más al norte se encuentran Luigi Bosca y Lagarde; uno de los mejores puntos para hacer un alto y almorzar. En cada estación del año, el equipo de cocineros crea un menú de cuatro pasos que incluye entrada, pasta, carne y postre; cada uno maridado con las mejores bebidas de la casa. Para su elaboración se utilizan productos locales de temporada, y verduras de la huerta propia. ¡Un manjar!
Pero Luján de Cuyo no es sólo vides, catas y enología: también es el destino ideal para practicar deportes de aventura como rafting, canopy, mountain bike, cabalgatas y trekking. Las playas junto al río, el cerro Cocodrilo, el Parque de Agua Termal de Cacheuta y el Dique Potrerillos completan el abanico de ofertas. Ahora sí, buen viaje. Y ¡SALUD!
